DESAFÍOS...

"...sólo los que se atreven a llegar lejos, son capaces de llegar a saber lo lejos que pueden llegar..."
T.S. Elliot

martes, 26 de abril de 2011

¡To er mundo e güeno!


Ese era el título de una película de Manuel Summers, en plan cámara oculta, creo recordar. 
Pues la verdad es que estoy de acuerdo, aunque siempre habrá la excepción que confirma la regla y hay malos malvadísimos sueltos en este valle de lágrimas, yo creo que en general (casi) todo el mundo es bueno, o por lo menos tiene algo bueno aunque no lo sepa. 


¿Y a santo de qué viene todo este rollo? se preguntará quien lea esto. Ya se sabe que soy un sensiblón, el otro día hablé de que me hicieron más feliz las palmaditas de los amigos que la victoria del Real Madrid, pero es que hay cosas que dan gusto. Estos días me estoy fijando en que hay gente (mucha gente) que con actos cotidianos, posiblemente involuntarios, juega un papel más importante en la vida de los demás de lo que se creen. Y supongo que eso será recíproco,  sin darnos cuenta representamos algo para los demás.

Las bromas de los compañeros de trabajo, los saludos de los otros corredores que solo conocemos de cruzarnos en nuestros trotes, el detalle del camarero que antes de que lo pidas ya está abriendo tu cervecita preferida, el  e-mail del jefe felicitándote por tu trabajo, el carnicero que te saluda, quien te felicita por una carrera o te dice que no pasa nada por ir lento, los vecinos que te preguntan como te va, la chica que te sonríe en el bus, los "amigos" virtuales que comentan tus entradas en el blog...son detalles sin importancia pero te dan la sensación de que hay gente con la que se puede contar y en la que se puede confiar.  Gente que nos anima en la cotidianidad, a la que, sin embargo, nunca se lo decimos, pero cuando alguno falta, lo notamos. 

El otro día, una amiga de la infancia (con una copita de más, todo hay que decirlo) me dijo "siempre estas ahí, nunca fallas". Me hizo sentir genial, y me hace pensar que cuando hago alguna chorrada de esas que le hace decir que "siempre estoy ahí" (no sé, felicitarle en su cumpleaños o darle la enhorabuena por su embarazo, por ejemplo) yo le hago sentir bien a ella también, me quedo encantado. Este ejemplo demuestra que, aunque a lo mejor nunca nos enteremos, somos más importantes para los demás de lo que imaginamos, nunca debemos menospreciarnos.

Alguien me contó una historia que decía que hace muchísimo tiempo Dios le prometió a un hombre bueno satisfacer su más ardiente deseo, el buenazo le dijo que le gustaría hacer el bien a los demás sin ser consciente de ello. A Dios le pareció tan buena idea que le concedió el mismo deseo a todas las personas. Y así seguimos, sin saberlo, hacemos el bien a los demás cuando actuamos con ellos como nos gustaría que hiciesen con nosotros. 


El sábado hice una malísima carrera en Padrón. No podía con mi cuerpo. En el km 4 creí que no iba a acabarla (y era de 13 km y medio), al final no fue tan pésima pero me costó Dios y ayuda terminar. Disimulé y bromeé diciendo que no me despeiné para salir bien en las fotos y tal. Pues bien, mis compañeros de correrías (que están más finos que nunca los tíos) se debieron oler que estaba desanimado y ayer lunes, con la excusa de "trotar unos 40 minutos" me arrastraron al más largo (y uno de los más duros) entrenamientos de mi corta vida atlética, una hora y 45 minutos con cuestas, arena, caminejos de cabra, asfalto, escalones, más cuestas, sol machacante, ...de Cabañas a Ares dando rodeos y sin respiro (y vuelta, claro). Se propusieron animarme, hacer que me topase por sorpresa con un desafío que no me quedase más remedio que superar (o volvía corriendo o volvía andando, pero volver volvía). Y lo consiguieron, llegué agotado pero feliz como una perdiz y animado a seguir corriendo. Atrás quedó el disgustillo de Padrón, media maratón de Coruña, prepárate que allá voy yo.

Si es que es lo que yo digo, "to er mundo e güeno"

jueves, 21 de abril de 2011

¡Qué bien se pasa en Cabañas!

¡Pero qué bien se pasa cuando se pasa bien!.  Estas "mini vacaciones" de Semana Santa han venido a Cabañas muchos amigos "de la diáspora", la pandilla de los veranos desde que tengo uso de razón.  Algunos aún no han llegado, pero ayer pudimos disfrutar de la Final de la Copa del Rey el grueso del pelotón. Lo pasamos genial riéndonos, agotando las existencias de Estrella Galicia de toda la comarca (jeje) y gritando ¡GOOOOOOL! cuando esa tableta de chocolate que juega al fútbol remató y hundió al adversario en la miseria (¡no se puede ganar siempre, hombre!).

Las risas y bromas son estupendas, pero lo mejor de la noche fue sentirse querido, uno es así de sensiblón, qué se le va a hacer. Los abrazos y palmadas de la gente felicitándome porque me ven feliz y contento son una gozada. "Te lo merecías, hombre" fue la frase más repetida. Después de una par de años pasándolo mal, pérdida de mi madre, problemas familiares, paro, suspender una oposición...ahora me ven disfrutar y animado, y se alegran sinceramente. Da gusto.

A estar contento no solo contribuye el tener un buen trabajo (es temporal, pero no ha habido ni un solo día que vaya al trabajo sin ganas, y eso es impagable) o  haber "pillado cacho" como decimos por aquí. Parecerá una tontería pero el correr, participar en carreras populares, agotarme de vez en cuando, nadar, etc...son los auténticos artífices de mi actual estado de ánimo. No me cansaré de repetirlo y de animar a quien esté pasando un mal momento a que practique deporte, es el mejor antidepresivo, de verdad que sí.

Encima hoy, a pesar del tormentón y el diluvio que cayó, por la mañana corrí con los fenicios de Fene Ton y Jorge Cojo/mudo 11 kilómetros la mar de amenos y fructíferos y por la tarde nadé con el compañero de rutas natatorias a muy buen ritmo y jugué con los hijos de mis amigos hasta que ya no pude más.

Ahora cenita con su correspondiente pulpo á feira y posteriores "digestivos" (eufemismo de Gin Tonic) en buena compañía. Va a ser el colofón de uno de esos días que dan ganas de gritar "¡la vida es bella!"

Mañana Viernes Santo, si Dios quiere y el tiempo lo permite me acercaré a Ferrol a ver la maravilla de Procesión del Santo Encuentro frente al Ayuntamiento, donde los tronos de Jesús, la Virgen y San Juan coincidirán y se saludarán. Por la tarde habrá que nadar, y por la noche a ver Os Caladiños,el silencio,  la procesión más entrañable de Ferrol, y luego a la cama, que yo el Viernes Santo lo respeto y además el sábado hay que ir a Padrón a darlo todo en la carrera de Pascua. 


¡Qué bien se pasa en Cabañas!

miércoles, 20 de abril de 2011

Todo lo que realmente necesito saber lo aprendí en el jardín de infancia



La Semana Santa está aquí. Es la temporada cumbre de Ferroliño. Ya dije que esta ciudad es inigualable en navidades y en Semana Santa. Las procesiones hacen que las calles se llenen, te encuentras gente que hace tiempo que no ves (es una de las cosas que mas me gustan, encontrarme gente), los días son largos, da tiempo a trabajar, hacer deporte, ver procesiones, tomarte algo...una maravilla. El viernes santo, como siempre, iré un ratito a ver el santo Encuentro y Os Caladiños. 

Hablando de hacer deporte...he llegado a la conclusión de que la periostitis tibial esta no me abandonará jamás de los jamases, qué cruz.  Un día no me molesta nada y entreno estupendamente (bueno, lo intento) y al día siguiente me duele hasta al caminar. En fin. Compaginaremos la carrera con la bicicleta (y por supuesto nadar 4 días a la semana) y así mataremos el gusanillo y espero que mejoraré algo. 
El sábado de Soledad tengo la carrera de Pascua en Padrón, 13.300 metros duros y rápidos, en los que pienso darlo todo y prepararme para el próximo reto, la media maratón de Coruña, (ya empiezo a ponerme nervioso). Si todo va bien, espero hacer un buen tiempo en Coruña, los entrenamientos empiezan a tener algo de calidad, que ya iba siendo hora. A ver...

Cambiando de tercio (y olé) el título de la entrada de hoy es el de un  librito que me ha prestado una buena compañera para leer en el autobús de vuelta del trabajo. Lo he comenzado hoy, pero me ha atrapado.


Es un libro curioso, está escrito hace años, antes de la era de internet, pero más que un libro parece un blog. No es una historia, son pensamientos, "cuentos", anécdotas o reflexiones... que tienen toda la pinta de no haber sido escritas para publicarse. Algo parecido (salvando las distancias) a este humilde blog, que no empecé  para que fuese leído, sino para que fuese "escrito", osea, no tanto por contar cosas a los demás como para "sacarlas" de mi. 

El libriño en cuestión empieza sorprendentemente con frases como que "la sabiduría no está en la cima de la universidad, sino en la piscina de arena del jardín de infancia". Al corredor nostálgico que soy yo esa frase le enganchó inevitablemente, claro.  Más adelante te das cuenta de que cosas tan simples que aprendes de pequeñajo, adaptándolas a un contexto adulto, son los mejores consejos que puedes aplicar a tu vida, y sino, a ver qué opináis de cosas como:  


Compártelo todoJuega limpio.No le pegues a la gente.Vuelve a poner las cosas donde las encontraste. Limpia siempre lo que ensucies. Pide perdón cuando lastimes a alguien. Lávate las manos antes de comer. Vive una vida equilibrada.  Aprende algo y piensa en algo. Dibuja, pinta, canta, baila, juega y trabaja cada día un poco.
Duerme la siesta. Permanece atento a lo maravillosoLos peces de colores, los ratones blancos..todos mueren y nosotros también (esta es la frase triste, pero si uno va aceptando desde pequeño que la muerte es inevitable, algo se gana).


Además, a las pocas páginas de empezar, la obra narra la historia (que a mi me sonaba de algo, creo que de una canción infantil) de la araña que intenta subir por un canalón y al empezar a llover, resbala y cae al suelo. ¿Qué hace la araña? ¿acaso se queda tirada lamentándose y diciendo qeu es imposible? no señores, no, esta araña es lista, lee mi blog (jaja) y lo que hace es esperar al sol, secarse y volver a intentar subir, con mas cuidadín, claro. La araña mira hacia arriba y piensa que lo que quiere está allá arriba, así que lo intenta una y otra vez hasta que llega a su meta. Cualquiera diría que han intercalado esa historia en el libro para engancharme a mi en concreto, pues lo ha conseguido. Mañana seguiré leyendo y espero que no me decepcione. 


De momento me parece un libro entrañable, rebosa optimismo, te hace ver lo sencillo que puede llegar a ser todo si se mira de un modo ingenuo, limpio. Muy entretenido.  A ver si soy capaz de mirar las cosas con ojos de niño de jardín de infancia.

Y me despido por hoy, no sin antes felicitar a todos los amigos personales (como José que ha arrasado en el Mapoma o Laura  que gana   en Soria y se queda fresca como una lechuga) o virtuales (como Killoke en o Caurel, Alex el corredor converso o Paco, que corre para vivir mejor en Madrid)  que han superado sus retos deportivos del fin de semana pasado. ¡Qué envidia me dais! me veo incapaz de acabar un maratón o un triatlón pero, como la araña del cuento, esperaré que el sol me caliente y lo intentaré, ya veréis.

martes, 12 de abril de 2011

Algo especial


Ya lo he dicho en entradas anteriores, la VIG-BAY tiene algo especial. No es una media maratón cualquiera. ¿qué es lo que la hace diferente? 


No sé explicarlo. No tiene un perfil difícil, es bastante llana, transcurre por un recorrido bonito que se hace ameno. Ver las islas Cíes a tu derecha mientras sudas la gota gorda es una maravilla, por poner un ejemplo. 

Me lo habían dicho mis experimentados colegas corredores Tom, Poeta, Lubo, Ton... "no te fíes", " es una carrera muy falsa" "algo tiene que aunque no parezca dura se tarda más que en otras con cuestas" "engaña, engaña mucho"...y otras lindezas por el estilo. 

Pues allá fui el domingo, por causas laborales no pude disfrutar de un fin de semana vigués, como era el plan inicial. Así que no hubo más remedio que madrugar el domingo y allá fui, con Fon en su Audi oyendo música macarra (jaja, perdón Fon, es lo que hay). Muertos de risa (y aliviados) porque despues de una semana con temperaturas africanas, resulta que por el autopista hasta lloviznaba, un punto en contra menos, no nos íbamos a asar.

Fue llegar y coger el dorsal, el 4116 era el mío, el de Fon se lo habìan robado, hay que fastidiarse, corrió con uno ajeno, pero a él todo le da igual.  ¡Qué cantidad de gente había en Samil! En verdad, en verdad os digo, que solo por esos minutos de ambientazo que hay antes de cada carrera vale la pena practicar este deporte. Esos saludos, anécdotas, pincharse con el dorsal, colocarse el chip, el olor a reflex, las colas para entrar en el baño, encontrarte gente que solo ves en las carreras, alucinar con el despliegue de protección civil y de policía....todo eso es una maravilla. Yo en particular no puedo dejar de sonreír y mirar todo con cara de asombro como si fuese un niño descubriendo cosas nuevas. 

Menos mal que todo lo miro y no se me escapa detalle, porque sino a ver cómo demonios localizaríamos al resto de los ferroleiros que por allí estaban, en dos minutos localicé al pelotón doniñero y al fenicio (de Fene) Ton. Mientras me temblaban las piernas y me sudaban las manos, ante las risas del resto de los compañeros que no entienden por qué me pongo nervioso, nos colocamos como buenamente pudimos (osea, mal) esperando el pistoletazo de salida y ¡PUM!, como siempre pasa,  el pistolero acertó de lleno a mis nervios, ¡a correr tocan, shosholoza!


(¿Dónde está Wally?)

Como siempre al principio tocó esquivar codazos y adelantar gente más lenta. En el km 1 me encontré al maratoniano Chedo, todo sonrisas, y en el 3 me di cuenta de que iba demasiado rápido, aparte de que la tibia empezó a hacer de las suyas. "Ni de coña", me dije, "yo esta carrera la disfruto hasta el final" así que aminoré un poquito hasta olvidarme del dolor y allá fue él, a toda pastilla aunque luego le alcancé y le saqué un minuto escaso. 

Sobre el km 5 o 6 me adelanta Fon, "¿qué haces tú tan atrás?" le pregunto, "eso digo yo"  responde mientras pisa fuerte y desaparece por ahí delante. Me uní a un grupo de cachimanes que debían ser del mismo equipo, por la indumentaria, y les acompañé hasta subir las famosas cuestas que acaban en el km 8. Todo iba bien, ¡caramba! el atleta poeta aparece por detrás con otro doniñero y me da una pequeña charla, otra vez la misma pregunta, "¿qué haces tú tan atrás?" le digo, "vamos bien, hala, ahí te quedas o síguenos" me contesta, la verdad es que no les seguí por miedo, uno es así, ahí me quedé, disfrutando de los aplausos. 

Y venga a correr. Obedezco a mi lesionado entrenador putativo 7ombligos (¡cómo le eché de menos, a él ya jorge "cojo/mudo"!) y bebo en todos los avituallamientos ¿cómo no?, me da un pequeño punto en el km 10, pero sigo, a ver qué va a ser esto. Veo delante de mi a una atleta impresionante con mono del triatlón Arcade y coleta rubia. "Pero bueno, si esta tía estaba ayer en un duatlón en Santiago, ¿cómo es capaz de hacer hoy al Vig Bay, y encima sin avisarme?", ni corto ni perezoso le doy un tirón de la coleta (flojo, que uno es un caballero) se da la vuelta y resulta que no era quien yo creía.... espero que el moreno y el sudor disimulasen el bermellón que tiñó mi cara, ¡qué vergüenza!, acelero mientras musito un "perdón, te confundí con otra" y rezo porque no se quede con mi cara (ni ella ni el maromo de metro noventa que le acompañaba)...

¡Hombre! otro doniñero me alcanza, Alberto Calvo,a quien, a sus sesenta añitos bien llevados, siempre sigo y siempre acaba sacándome un minuto, me acompaña un rato, luego se me escapa. Ya estamos en Playa América, me duele otra vez la pierna pero en teoría ya queda poco, ¡Vamooossss Cabañés! a bajar de la hora 35. 


El público abarrota los arcenes, una señora me llama guapo y me quedo encantado de la vida, otra me dice que estoy muy flaco y me parto de risa. Los voluntarios de los avituallamientos (niños incluso) son todo sonrisas, me dan agua y esponjas empapadas y se ríen, como quienes me acompañan en ese tramo,  cuando les digo que la esponja rosa es muy cursi.  Los aplausos ayudan, lo juro, los disfruto, será que tengo alma de famosuelo. 

Alcanzo otra vez a Alberto, ya no queda nada para Bayona, voy un poco retrasado por la maldita periostitis, que me ha hecho disminuir el ritmo un par de veces. Me siento fresco y le dejo atrás. "Venga Miguel, dale caña" me dice.  Ya me gustaría. Llego al punto crítico y mi cabeciña me la juega otra vez. Puente de la Ramallosa, veo el Parador de turismo de Bayona al final del paseo, quedan 3 km y medio y siento que no puedo más. En el km 18 me pasa Alberto y me dice que me enganche a él, "no puedo" pienso. Allá va. 

(esponjas de colorines para refrescarnos)

Sonrío y digo que qué se le va a hacer. Troto 500 metros y noto una palmada en la espalda, es uno de los foreros de "correrengalicia" con el que siempre coincido y más o menos estamos al mismo nivel, nunca me acuerdo de su nombre, "ya me extrañaba no verte" dice entre risas, "venga, dale"...¡y le doy! el último kilómetro y pico es de los que te reconcilian con todo, cada vez más rápido, sin dolor, con la sonrisa inmensa, muchísima gente aplaudiendo y cruzamos los dos la meta casi al mismo tiempo. Yo me acuerdo de levantar los brazos como si hubiese ganado algo, estoy pletórico, me acuerdo (como no) de mis padres y les dedico la llegada (como va a hacer Alex, el corredor converso,  en el maratón de Vitoria)

¡PRUEBA SUPERADA! mi primera Vig Bay, esperaba hacerla en 95 minutos y la hice en 96 y poco. Bueno, da igual, ya lo escribí antes parafraseando a Nadal, la meta es sentir que haces las cosas bien (o al menos lo has intentado) y yo lo he hecho. 

Luego viene el fin de la fiesta, abrazos, bromas, uno lamentándose porque pinchó, Ton se quedó a unos segundos de su pretendida marca, Fon impasible aunque también pinchó un poquito. Manolo Leirachá encantado porque superó su marca...Y Alberto el doniñero, como no, me sacó un minuto, como siempre.  Gran organización, gran papeo postcarrera. ¡tremendo despliegue de medios!, fruta, helados, bizcocho, aquarius y más bebidas deportivas, macedonia, yogures, fisioterapeutas....una maravilla.  En resumen, domingo perfecto de atletismo y compañerismo.  Encima me encuentro ¡después de 20 años! a mi amigo del colegio Alex Crespo, que me dice que estoy igualito (jeje) y me hace una foto feliz, que reproduzco más abajo. 

De 4000 fotos que han colgado en correrengalicia salgo en dos y expulsando mocos,jaja,  así que prefiero ilustrar esta entrada con fotos robadas de otros blogs, espero que a sus dueños no les importe.

El año que viene, si Dios quiere, repito, claro, y a mejorar la marca.


Satisfecho del todo. 

No sé cuál será el próximo reto, supongo que la Media Maratón de Coruña, el mes próximo, seguro que está bien, a lo mejor hasta me gusta más que esta de ayer, pero nadie me podrá negar lo que he aprendido por experiencia. La Vig Bay es algo especial, algún día espero poder explicar por qué. 

Saludos y ánimo a quien lo necesite, queda mucho camino por andar.

jueves, 7 de abril de 2011

La meta no es ganar...

..Sino superarse a uno mismo y sentir que haces las cosas bien". (Eso lodice Rafa Nadal ) ..o por lo menos saber que lo has intentado (eso lo digo yo)



Cuando mis compañeros de trabajo me estaban “vacilando” con el temita de la Vig Bay del domingo y mis dolores varios (“ya estás poniendo excusas...”) cierta persona soltó en plan sentencia la cita de Nadal que corona esta entrada,lo dijo bromeando pero la verdad es que la frase tiene jugo y ya es sabido que yo, en cuanto escucho o leo una frase, cita o similar que me guste escribo una entrada en el blog. Así que ni corto ni perezoso busqué en Internet y me enteré de que esa y otras ideas las expresó nuestro super campeón al presentar un congreso de una fundación de la que es miembro o presidente honorífico, "LO QUE DE VERDAD IMPORTA".

Ni que decir tiene que no tenía ni idea de la existencia de esa Fundación, pero viendo sus integrantes o colaboradores, le seguiré la pista. Desde hace unos años esta fundación imparte conferencias en las que los ponentes narran cómo experiencias vitales límite que les tocó vivir les ha hecho reflexionar sobre sus prioridades y su responsabilidad con sus conocidos y el mundo en general.

Así gente como Nando Parrado (uno de los supervivientes del accidente aéreo de los Andes, Irene Villa, víctima de Eta; Pablo Pineda,primer europeo con síndrome de down con un título universitario; víctimas del 11 S; Bosco Gutiérrez,  arquitecto mexicano secuestrado durante 9 meses que se volvió profundamente religioso y mucha otra gente, nos hacen comprender qué es eso, "LO QUE DE VERDAD IMPORTA"

Nadal, además , dijo que lo importante no es ganar, sino intentar dar todo lo que tienes  y estar con la conciencia tranquila. Lo que de verdad importa no es ser número uno, sino ser competitivo y tener opciones de ganar, aunque a veces pierdas.  Una cabeza bien amueblada tiene este tío, sí señor. Uno de los ponentes de estos congresos es su tío y entrenador, Toni Nadal, que seguro que tiene cosas interesantes que decir acerca de como educar a su pupilo para mantener los pies en el suelo. 

Me aplico el cuento y la sentencia de Nadal, este domingo, en la Vig Bay,  nada de agobios, LA META NO ES GANAR (ni pensaba, claro, en mi caso diré que la meta no es hacer una marca espectacular), sino hacer las cosas bien. Y sobre todo, disfrutar, saber que lo he intentado. 



La periostitis me sigue fastidiando aunque no demasiado, además, el hecho de trabajar rodeado de licenciados en ciencias de la actividad física y deporte (osea, el INEF de toda la vida) tiene alguna que otra ventaja. Mañana me enseñarán unos ejercicios que por lo visto son milagrosos para el periostio ese, a ver si es verdad...

Mañana ya es jueves, espero que este sea un gran fin de semana, desde luego lo que sí que puedo anticipar es que va   a haber mucho camino por correr....

domingo, 3 de abril de 2011

La historia interminable.


Bueno, pues ya estamos en abril. La primavera en su máximo esplendor, el buen tiempo, los jazmines y madreselvas perfumando toda Cabañas, tardes largas, polos de manga corta...¡y nervios! ¡solo queda una semana para la Vig-Bay!

Estoy deseando que suene el disparo de salida de la carrera para olvidarme de todos los nervios. Tengo pegado en la pared del despacho, a la izquierda de la pantalla del ordenador, el perfil de la carrera. Todos los días lo miro un par de veces. No sé por qué me ha "enganchado" tanto esta media maratón, pero algo tiene especial que hace que la vea casi como una prueba de fuego. A ver si me mentalizo de que no es más que otra carrera, porque como me salga mal, me agobiaré, y si practico este deporte es justo para no agobiarme. 

Como la previa de la semana pasada me salió bien, me emocioné más de lo normal y entrené un poco a lo bestia. Como no me dolía la periostitis famosa, aparte de nadar bastante, empezar a entrenar algo con la bicicleta y acumular kilómetros, se me ocurrió trabajar un poco la velocidad haciendo fartleks en el paseo marítimo de Cabañas. Gran error, el viernes y el sábado me dolía horrores la tibia, así que no pude correr. Me dediqué a pedalear duramente subiendo cuestas y de paso visitar los monumentos que tenemos por aquí cerca. 

El viernes, después de una impresionante tarde de playa con 5 baños incluidos, decidí subir en bicicleta al Castillo de Andrade, fortaleza a casi 400 metros sobre el nivel del mar, edificada por el Conde Fernán Pérez de Andrade en el siglo XIV sobre la "Peña Leboreira" a escasos 3 km de Puentedeume. Los casi 6 km que separan la playa de ese castillo me llevaron un montón de tiempo, pero solo por las vistas que hay desde él, vale la pena. Es una pena que ahora esté cerrado y solo se pueda entrar en vacaciones, en visitas guiadas, porque siempre recordaré las excursiones que hacíamos de jovenzuelos los miembros de mi pandilla (un poco goonies sí que éramos) a asar chorizos en la muralla del castillo mientras admirábamos la puesta del sol. 

Como a pesar de la cuesta, el recorrido es corto, continué hacia la Iglesia de San Miguel de Breamo, románica del siglo XII, donde se celebra la divertida romería el día de mi santo. La subida es durísima, pero la bajada al Pueblo te deja una sensación parecida a la de una montaña rusa. Al llegar a Cabañas, una cervecita con mi primo y a casita, a leer y dormir muchas horas, que tengo mucho sueño que recuperar. 

El sábado madrugué y como seguía sin poder correr, volvía subirme a mi querida bici y esta vez fui hacia Caaveiro, en plenas fragas del Eume (el bosque atlántico mejor conservado de Europa, por lo visto) monasterio benedictino del siglo X,  en el que vivió San Rosendo, con mil leyendas en torno. A la vuelta subí otra vez a Breamo y bajé por el medio de Pontedeume a toda velocidad en medio de la celebración del feirón de los sábados, todo el mundo tomando cañas y pulpo y yo sudando la gota gorda... 

Para que luego digan que vivo en un puebliño donde no hay nada, sí que hay, sí, un pinar y playa estupendos y En solo 17 km tenemos estos tres pedazos de historia antigua, impresionante. 

Hoy domingo por fin he podido correr bien. Como mis compañeros de fatigas (nunca mejor dicho) fueron descolgándose hoy, corrí tres vueltas a nuestro circuito de "casi 5 km" en una hora y 10 minutos, bastante bien. Eso sí, corrí con medias de compresión (feísimas) para evitar las vibraciones en la tibia. 

Moraleja de todo esto: 
a) A entrenar con sentidiño, mejor entrenar resistencia y no velocidad mientras no me recupere del todo. 
b) Usar medias de compresión, a pesar de la estética
c) ¡Tremendo paraíso natural y cultural me rodea!  Un privilegiado, eso soy. 

Esta semana hay bastante trabajo y anuncian buen tiempo, así que por las mañanas a concentrarse en leyes, papeleos y pliegos, por las tardes a disfrutar un par de horas de playa y baños y al anochecer, a entrenar como un poseso.  El 10 de abril, Dios dirá.