DESAFÍOS...

"...sólo los que se atreven a llegar lejos, son capaces de llegar a saber lo lejos que pueden llegar..."
T.S. Elliot

domingo, 17 de junio de 2012

"La cuesta", los callos y ¡Viva la gente!

Bueno, tras un par de semanas con muy poco tiempo para darle caña al teclado y visto que esta tarde de 17 de junio gallego que más parece diciembre toca sofá, mantita y película de fondo en la televisión, aprovecho y escribo un poco.  

(Ocaso en el pinar, ¡que cosa más bonita!)
A pesar de hacer algo lenta la Milla urbana de la Armada en Ferrol, el pasado 3 de junio, me dejó ganas de volver a entrenar "de verdad" así que ni corto ni perezoso (bueno, un poco perezoso sí, jeje)  y aprovechando que mi entrenador "putativo" Ramón vuelve a correr tras recuperarse de una operación, poco a poco vamos retomando los entrenamientos algo ordenados, que es la única forma de mejorar. Es una gozada poder correr hasta las diez y pico de la noche estas últimas semanas, ojalá el sol se pusiese todo el año  tan tarde. 
Por lo pronto, después de meses sin atreverme a hacer series por miedo a la periostitis y a las lesiones, el miércoles pasado a las 21.30 cuatro osados corredores del Pinar de Cabañas hicimos 10 series de 300 a un ritmo bastante útil que me dejaron encantado de la vida. Si sumamos eso a las 3 horas de montaña pasadas por agua que me hizo sufrir Chedo el domingo,  la hora y cuarto de campo a través con Ramón el martes y la hora que hice yo solito el jueves (¡qué rollo correr solo!) da como resultado una semana de lo más atlética. Los que no corren no saben lo feliz que te sientas en el sofá por la noche después de haber acabado un entrenamiento contento. 

Pero es que no acaba ahí la cosa, como se acerca el verano, o al menos eso dice el calendario, porque la meteorología no debe haberse enterado,  me ha dado por participar en travesías a nado (que si Coruña, que si Bayona, Cangas-Vigo, Cabañas-Redes...) así que cuando puedo me da por nadar. esta semana fui un par de veces a la piscina y ayer sábado se me ocurrió ponerme el neopreno aprovechando que casi no llovía y hacer unos 1500 metros en la playa....que se convirtieron en 3000 acompañado (a distancia, claro)  de tres triatletas de al comarca que me dejaron totalmente agotado y feliz como una perdiz. 

Y hoy....una de las mejores carreras en las que he participado en estos dos años y medio que llevo corriendo. La XVIII edición de la carrera Valle de Esmelle, en el puebliño de Esmelle, al lado del playón del mismo nombre en Ferrol.



(Era como el Anglirú, jeje)
¡Qué maravilla de carrera!. Organizada con cariño por los vecinos del pueblo: todo rústico, nada de chips, ni aquarius, ni dorsales pijos, no se regalaban camisetas, no hay "fly banners" en la salida, los km no están señalizados, está medida "daquela maneira", pocas decenas de participantes, te inscribías en una mesa de formica al llegar allí...¿una cutrada? no señores, una auténtica maravilla,  una carrera POPULAR con mayúsculas, con  un ambientazo sano, de colegueo, salida y meta en la entrada de la taberna del pueblo...¡la felicidad!.  7 kilómetros por la zona rural, con curvas, repechos, pequeñas bajadas y como colofón...¡la madre de todas las cuestas! Aproximadamente en el km 5 chocas contra una auténtica muralla,  la cuesta más impresionante que me he encontrado en carrera alguna, tanto es así que tuve que caminar un tramo porque eso no se acababa jamás, aunque como ya sabemos, "tú eres tu única muralla" así que al final, prueba superada. La bajada de los últimos centenares de metros compensaba eso y más, todo eran aplausos, palmadas y alegría.

¿Mi marca? a saber, pero estuvo bien y además es lo de menos, lo que importó hoy fue el ambientazo que hubo. Era como correr en familia, con lo que a mi me gusta saludar gente de lo mas dispar, los momentos previos a la salida no paré de dar abrazos y bromear con un montón de conocidos. Había marinos, militares, arquitectos, socorristas, taxistas, carteros, carniceros... me acordé de la canción aquella de "viva la gente",jeje y no puedo evitar compartir una versión. Por si fuera poco, por fin compartí carrera con alguno de mis amigos foreros de "Correrengalicia" con los que aun no había coincidido y, para rizar el rizo, las cañas y los increíblemente ricos callos que nos tomamos después fueron el no va más. 



En fin, que estoy encantado, que en el trabajo me va bien, que me lo paso pipa entrenando y no estoy lesionado, que se acerca el verano (sí, llueve sin parar, pero ya saldrá el sol), que me rodea mucha gente buena y que..¡qué coño! ¿sabéis que? que la vida es bella y no me canso de repetirlo. Encima acaba de dejar de llover, así que me voy a pasear por la playa. 



domingo, 3 de junio de 2012

Aprendiz de todo...


..maestro de nada. Eso dice el saber popular, viene a ser algo así como lo de que quien mucho abarca poco aprieta. Suelo estar de acuerdo con los dichos populares y el refranero, pero esta vez no señores, no. Muchos dicen que hay que especializarse, centrarse en una materia o disciplina hasta dominarla, hasta llegar a ser "maestro" y no diversificar. Según esta perspectiva alcanzar la excelencia en solo una cosa vendría a ser preferible a ser "mediocre"  en muchas. Pues yo creo que no. Prefiero saber "un poco de todo" a un "mucho de poco", eso nunca fue para mí un dilema. 

El título de la entrada de hoy viene a que la famosa frase me la han dicho tres veces en los últimos 10 días, una vez en el trabajo por estar con varios temas a la vez; otra vez un amigo por proponerle intentar un triatlón popular (miedo le tengo) y otra vez hoy, al terminar una carrera.  Ya es casualidad que con la cantidad de refranes que tenemos, vuelva éste una y otra vez a rondarme. 

Hablemos de la carrera de marras, entonces. Tras perderme la semana pasada la media maratón La Coruña21 por estar enfermo, este domingo participé en la V Milla Urbana de la Armada Española, en la Escuela de Especialidades Antonio Escaño de Ferroliño. Ya había participado en la III edición hace un par de años y acabé muy contento, la del año pasado me la perdí por tener el brazo escayolado y este año iba a ver qué tal, ya que como he dicho mil veces, casi no entreno velocidad desde verano por las malditas lesiones. La verdad es que no me atraía mucho ir en mala forma a una carrera, pero en la organización tengo buenos amigos así que no podía fallar y de hecho hice una publicidad tremenda para que se inscribiese mucha gente (mayores y niños, sobre todo). 

El resultado fue espectacular, la tienda Décimas Ferrol colaboró, como siempre, y se consiguió que fuese una de las carreras mejor organizadas que he visto y eso que se trataba de más de 900 inscritos entre categorías infantiles, junior, senior y veteranos. El día fue perfecto, el ambiente una maravilla, los niños lo pasaron genial y los mayores mejor, la camiseta es bonita, había gente conocida por todas partes, aquarius y fruta para todos, ni un fallo en la organización...un 10, en resumen. Mi marca fue modesta, 6 minutos y un segundo, justo en la mitad de la tabla, pero eso es lo de menos. 

Y vamos con la frasecilla, al llegar al avituallamiento después de la meta uno de los corredores populares de la zona (maratoniano él) que no participó hoy aunque llevo a sus hijos, me dijo, con buena intención, eso sí " tú es que intentas darle a todo y te quedas en la mitad, aprendiz de todo, maestro de nada".  Me quedé un rato pensativo (dos o tres segundos, jeje) hasta que apareció otro amigo que había ido de  público y me dio la enhorabuena. ¿Por la carrera? si tengo mucho que mejorar, le contesté y ahí me alegró (aún más) el día al decirme primero que había estado muy bien y segundo y más importante,  que cuando estaba corriendo escuchó a una pareja del público comentar "ese se nota que disfruta, se pasa toda la carrera riendo". Me quedé encantado. 


Así que sí, soy alumno de mucho y maestro de nada, y además me alegro de serlo. El aprendiz de todo al menos lo intenta, la etapa de aprendizaje siempre es más interesante y se le pone más pasión. Si en esa etapa algo no te llega a gustar, pues a otra cosa mariposa. Tan contento me quedé que ya no dudo en intentar el paso al triatlón (popular, eso sí), ya soy alumno de una cosa más. Y seguiré siéndolo mientras se vivan momentos como los de hoy y como los que refleja la foto que he robado de facebook y que comparto con quien esto lea. Mientras seamos aprendices, queda mucho camino por andar.