El día 10 del 10 de 2010 amaneció azul y soleado, la temperatura era agradable incluso a las ocho de la mañana. Había dormido bien y estaba deseando que me pasasen a buscar para ir a correr a La Coruña, se ve que me voy curtiendo y ya no me pongo tan nervioso antes de una carrera.
Los compañeros de Ferrolterra de "correrengalicia" nos habíamos organizado más o menos para acudir a la cita en Coruña. Ton llevó a Tom (que se pasó la mañana pegándome gritos el tío, ¡cómo conoce mi sordera!) y yo fui con mi "tutor" de correrías, Moncho y con su familia. Ya por el autopista se notaba el ambiente de la carrera, puesto que muchos de los coches que nos adelantaban iban ocupados por corredores, algunos conocidos y otros no, pero con ropa de deporte. Al llegar al centro de Coruña, en el mismo Oblisco de los Cantones, ya había una multitud impresionante vestida con los más dispares colores.
He acudido a muy pocas carreras pero la organización merece un 10, como no podía ser menos en fecha tan señalada. Tardé menos en recoger el chip y el dorsal que lo que tardo en casa en lavarme los dientes. Aún faltaban 45 minutos para que empezase la carrera y nos dio tiempo a hacernos fotos, saludar a gente de toda Galicia, calentar, echar un vistazo al recorrido, bromear...un placer, en suma.
El recorrido era incomparable, eso no se puede negar, encima el tiempo acompañó y eso favoreció la participación de tantos aficionados además de los profesionales, ya que se trataba del campeonato gallego de 10.000 metros en ruta. Esta alta participación es a la vez una bendición y una maldición, ya que si bien es un placer correr con tanta gente, la salida fue algo caótica.
(Poquita gente...)
Mi objetivo fue superado. Es más, acorté mi marca pretendida en más de un minuto, osea que se ve que tengo que empezar a ser un poco más ambicioso. La salida, como ya dije, fue a la vez impresionante y agobiante por la cantidad de corredores que éramos. Transcurrió casi medio minuto entre que sonó el disparo de "largada" y pasé por la alfombrilla que marca la salida real del recorrido (y que toma la referencia del chip). Además, pasamos más de un kilómetro sin poder ganar velocidad, simplemente trotando, aguantando empujones, esquivando gente más lenta y andando con pies de plomo para no caerse, debido a la aglomeración. El primer quilómetro lo hicimos mis referencias y yo en casi 4 minutos 45 segundos, una barbaridad que nos hizo temer un fracaso personal en la carrera.
Pues nada de eso señores, por lo menos para mí fue algo estupendo. Disfruté como un enano aunque sufrí mucho los últimos quilómetros. Me encontré gente conocida, y, como no, como yo soy así, me salté el necesario avituallamiento porque me dediqué a saludar a la gente que venía de frente, ayayay......
(Se pasa bien pero se sufre, soy el de blanco que parece alto...)
Se trataba de la 4ª edición de esta carrera, iniciativa de la Federación Gallega de Atletismo con cuerpo de prueba pedestre. El primer año acudieron 700 corredores, entre ellos los mejores fondistas de Galicia. No creo que nadie imaginase que sólo 3 años después LA Coruña 10 se iba a convertir en una de las pruebas de referencia de Galicia. Ayer, LA Coruña 10, contó con 2.200 participantes, de los más de tres mil inscritos, de los que llegamos a meta unos 1850. En fin, que fue un exitazo y encima la camiseta que nos regalaron me gusta, es amarillo fosforito y para entrenar de noche va a venirme muy bien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario