EN REDES NON TE QUEDES (Prueba superada)

(Salida, Redes,pueblecito de la Ría de Ares)

Y no nos quedamos, no, ¡qué va!.

El pasado viernes día 27 por fin hicimos nuestra Travesía-memorial a nado Redes -Cabañas. Más de 2500 metros de distancia en línea recta (osea, alguno más nadando, que hacíamos unas "eses" que parecía que habíamos salido de copas la noche anterior) en poco más de 43 minutos, un tiempazo que me hace pensar que es posible hacer un triatlón popular dentro de unos meses, a ver cómo discurre mi camino..

Ya han pasado unos días y seguimos encantados de la vida y satisfechísimos, la verdad. Llevábamos dos semanas aplazándola y al final los promotores Fran y servidor de ustedes decidimos fijar la fecha para intentarlo sí o sí. El viernes 27 a las 17.00 horas, hiciese sol, lloviese, tronase o granizase, cayese quien cayese. Eso sí, con traje de neopreno y acompañados de alguna embarcación de apoyo.

Como no podía ser de otra manera, llovió, claro. El día amaneció nublado, lloviznando sin parar, con mar de fondo, nosotros con el estómago fastidiado, nos falló la motora de apoyo....vamos, un panorama fantástico, como para echarse atrás...

Pues no señores, no, o se hacía de una vez o este fantástico verano quedaría ensombrecido en nuestro recuerdo. A la hora H estábamos los tres valientes con una pinta bastante lamentable, con ojeras, nerviosos, a medio vestir con nuestros neoprenos, esperando a los amabilísimos piragüistas que se ofrecieron a acompañarnos en la travesía para nuestra seguridad.

(Juan, Pablo, Fran, yo y Rezetka)

Desde aquí quiero agradecer a Juan y Rezetka su compañía, aguantar más de una hora remando bajo el orballo y entre las olas para guiarnos, hacernos visibles ante las posibles motoras, motos de agua o veleros que pudiese haber por la ría y sobre todo darnos seguridad.

Parecerá una tontería, pero la sensación de haber cumplido un reto, aunque sea algo tan simple, es casi indescriptible. Supongo que es lo que sentiré cuando acabe mi primer medio maratón, que espero sea en un par de meses. EL DOLOR Y EL SUFRIMIENTO PASAN, PERO LA ALEGRÍA Y SATISFACCIÓN DE HABERLO CONSEGUIDO QUEDAN. Claro que sí.

(Final de la travesía, Cabañas..sin palabras)

Claro, esa pequeña proeza había que redondearla con una noche divertida, chuletón de ternera gallega para recuperar fuerzs y unas cuantas copas y bailoteos para volver a cansarnos, eso sí, con agujetas de tanto reirnos. Un placer de noche.

El año que viene otra vez, esperemos que se apunte más gente.

" HIJO DEL TRUENO"

Así es como Jesús llamaba al Apóstol Santiago y a su hermano Juan, hijos del Zebedeo.

Como ya comenté, el pasado 9 de agosto tuvimos la “xuntanza” familiar de los González-Llanos en Santiago de Compostela, para ganar el jubileo con motivo de este año santo y ya de paso reunirnos, que somos muchos y nos vemos poco. En realidad faltó mucha gente, porque un lunes de agosto es mala fecha para estos eventos (quien no está trabajando está de vacaciones fuera) aún así, fuimos unas 100 personas, que no está nada mal.

Hacía un día increíble, como casi todo este verano, un sol de justicia nos hacía sudar a cuando a las 11 de la mañana subíamos al autobús que habíamos alquilado para ir desde Cabañas a Santiago. Ya en el viaje todo fueron risas, abrazos y besos, así que la cosa pintaba bien. La Misa contratada en la Catedral, en pleno agosto de año Jacobeo, fue muy bonita, oficiada en parte por uno de mis primos que es sacerdote (en estas familias tan numerosas, hay de todo, desde curas hasta apóstatas convencidos, en la variedad está el gusto…). Uno de mis primos leyó una invocación al Apóstol en la que además de pedir a Santiago que nos Enseñe a transmitir la fe a los que vengan detrás, con fervor y entusiasmo, se recordó a nuestros abuelos y a los familiares difuntos.

Yo por supuesto pensé en mis padres, mis primos huérfanos, especialmente Elena y sus hermanos, en los suyos, quien ha perdido un hermano en él…

Fue una invocación muy sentida: ..Procedemos del Ferrol, allí fue donde nuestros abuelos José María e Ignacia trabajaron por mejorar las condiciones de vida de muchas personas y por atender a los más necesitados. Hoy venimos aquí sus descendientes con nuestras familias. Nos sentimos alentados con sus ejemplos de entrega a la familia a la que consideraron el gran proyecto de sus vidas. Querríamos ser como ellos. En esta Eucaristía encomendamos a Dios, por tu intercesión, las almas de los abuelos y de todos nuestros familiares difuntos....decía la invocación, para acabar pidiéndole al “Hijo del trueno” su ayuda para que cada uno de los allí presentes sea luz para los demás y sepa ayudar a los que tiene más cerca. Me encanta el final, espero ser capaz de lograrlo.

Después del emocionante vuelo del botafumeiro, “invadimos” el altar en pleno año santo para hacernos un montón de fotos, yo incluso toqué el enorme incensiario, cosa que nunca había hecho.

Después, breve paseo por Santiago, comilona llena de risas y recuerdos, fotos y más fotos y el momento emocionante del día: al pasar por el Obradoiro de vuelta al autobús, había un montón de Scouts de la Bretaña Francesa que por lo visto habían venido a un encuentro de jóvenes cristianos. Debían ser más de 100 jóvenes que nos pusieron los pelos de punta cantando un himno religioso estupendamente, fue una maravilla, al subir al autobús nos los cruzamos y les aplaudimos, uno de ellos, sacerdote, nos dio su bendición, todo muy bonito.

Por supuesto, al regresar a Cabañas y tras las despedidas, fotos, besos y promesas de estar en contacto de rigor, fui a correr, faltaría más. Me acompaño Jorge "cojo/mudo" (llamado así irónicamente, porque corre que se las pela y no para de hablar ni un momento el tío) 75 minutos a bastante buen ritmo que me dejaron encantado. Recuerdo que hace pocos meses correr una hora seguida me parecía un objetivo casi imposible, pues ya se ve que no, que con constancia todo se consigue y se mejora, cosa que hay que extrapolar a todos los ámbitos de la vida. PERSEVERANCIA, que hay mucho camino por andar.

VEO JUGAR A LOS NIÑOS ABAJO EN LA PLAYA...

..ANDO DESCALZO Y MOJO MIS PIES EN EL AGUA (Hombres G, "en la playa")

Hoy hace mal tiempo. En Galicia eso no es novedad, claro, pero después de este extraño verano de sol y calor, llama la atención.

El día está triste, la verdad, como solemos decir por aquí en días parecidos, “parece septiembre”.

El paseo está casi desierto, hay mil sitios donde aparcar. A pesar de quedar unos días de agosto, ha comenzado el éxodo de veraneantes, en un par de días se ha vaciado este pueblo. Es curioso que cuando éramos pequeños los veranos duraban 3 meses y actualmente, cada vez se acortan más. Hay gente que viene solo 10 días. Recuerdo con nostalgia cuando éramos una pandilla inmensa desde el 1 de julio hasta casi el 15 de septiembre, hoy en día pocos son los afortunados que pasan más de un mes en cabañas. Se ve que la gente guarda días de vacaciones para el invierno y, sobre todo, que las mujeres se han incorporado realmente al mercado laboral. Mientras antes los cabezas de familia trabajaban, las mujeres veraneaban, con los niños, hasta que éstos empezaban las clases. Los tiempos cambian.

Me he dado un paseo por la playa y se entremezclan sensaciones, por un lado da gusto verla vacía y tan bonita como siempre, por otro lado da pena lo que esto significa: los días se vuelven a acortar, volvemos a la rutina, se han ido los amigos y amigas que hasta dentro de unos meses no volveremos a ver, el tiempo cambiará y en unas semanas no se podrá disfrutar de tanto deporte al aire libre…en fin, que todo lo bueno se acaba.

Entre la poca gente que había hoy en la playa se encontraba un matrimonio joven con cuatro niños que jugaban alborotados en la orilla, sorprendiéndose con cualquier cosa (una concha blanca, un cangrejo ermitaño..). Uno de ellos corría descalzo persiguiendo las gaviotas y casi choca conmigo, gracias a eso me fijé en un trozo de botella rota que había medio enterrado en la arena, por poco lo pisa pero me dio tiempo a recogerlo y así no se cortó. Casi me arrepiento porque el rapaz me soltó un educado “gracias señor” que me dejó hecho polvo, jaja, me hizo sentir viejo.

El caso es que el suceso me hizo recordar una frase que de niño me dijo un profesor de mi colegio un día que yo estaba enfadado porque un compañero me había hecho una faena y me habían castigado por su culpa. Cuando, una vez cumplido el castigo, convencí al profesor de que yo no había hecho nada malo y que había sido otro que me tenía manía y que siempre me la estaba jugando me dijo que estuviese tranquilo, que en la vida siempre iban a rodearme buenas y malas personas, pero que “si bien hay quien arroja un vidrio roto sobre la playa, también ha quien se agacha a recogerlo”, osea, que por cada hijo de mala madre dispuesto a hacerte la puñeta, siempre habrá alguien bueno que te ayudará o simplemente te alegrará. Me parece una bonita frase, así que la comparto con todos, yo siempre intentaré ser de los que se agachan a recoger el cristal roto.

Ya que hoy no hay playa (vaya, vaya) y no voy a poder nadar, esta tarde habrá que correr más que otros días, que me apetece mucho y hay que mejorar la forma que las carreras de septiembre están ahí al lado.

"SOPLA NORDESTE EN LA RÍA Y UNA VEZ MÁS...

....Esperaré que los días quieran cambiar". Eso decía la canción "lluvia" del grupo ferrolano "Los Limones"

Pues eso, que llevamos muchas semanas disfrutando del verano caribeño que nos proporciona el viento del nordeste. Este viento trae el buen tiempo en verano y el frío en invierno. En la mitología griega el nordeste es uno de los vientos menores, y como esos griegos y romanos tenían dioses para todo, el dios -viento del nordeste era un tal Cecias o Caecius según los romanos, un viejecillo con muy mala idea que se encargaba de arrojar granizo y echar a perder cosechas, por lo visto. El caso es que aquí el nordeste nos trae solecillo y días de disfrute, playa y deporte, pero ¡ay!, nada es perfecto y también se encarga de congelar el agua del mar.

Este verano el agua de nuestras playas está helada. Es el comentario más escuchado en cualquier arenal gallego. Parece ser que la temperatura media del agua este verano es unos 3 grados menor que los años anteriores y eso es culpa de la persistencia este mes del famoso Cecias o nordeste, viento que desplaza las aguas superficiales, que son más cálidas, y hace aflorar las profundas, que son más frías. Nunca te acostarás sin saber una cosa más, como decía mi padre.

El caso es que con gran dolor de nuestro corazón hemos tenido que aplazar "sine die" nuestra travesía- memorial Redes - Cabañas, no es posible nadar 40 minutos o más en la ría tal y como está el agua, ¡ayer parecía nitrógeno líquido!. A ver la semana que viene que pasa....mientras tanto a hacer de tripas corazón, echarle narices e intentar nadar sin convertirnos en pingüinos para no perder la costumbre, que en cuanto te despistas y estas unos días sin nadar, pierdes fondo de una manera asombrosa.

Sigo agotado, claro, y además tengo mala cara (y me la merezco, como dice, con razón, doña Carmen). Si además de machacarme de día corriendo, nadando o remando, me dedico a salir hasta las 6 o 7 de la mañana día sí y día también, el resultado no puede ser otro que tener unas ojeras que me llegan hasta el suelo. Eso sí, las risas y anécdotas para recordar ahí quedan, "que nos quiten lo bailao". Hoy me meto en la cama ya mismo que necesito dormir más de cuatro horas y media algún día, que uno ya no tiene edad...

Mañana más y mejor, y que siga soplando nordeste en la ría...

Hoy hay paella, qué delicioso manjar...

Tiene de todo, solo le falta el caviar......

Hoy, como todos los veranos, se ha celebrado la tradicional paella en el río Eume organizada por el Club Marítimo La Penela. Todos los agostos las familias y pandillas de veraneantes preparan sus recetas y cargan sus coches con todo tipo de accesorios para pasar cómodamente un día campestre y familiar. Aperitivos, sangrías, paellas ricas, paellas incomibles, más sangría, baños en el Río...todo muy divertido, la verdad. De pequeños íbamos con nuestros padres, jugábamos al fútbol y comíamos bien. De adolescentes íbamos en pandilla, bebíamos sangría como cosacos, comíamos fatal y nos dedicábamos a tirarnos al río desde el puente colgante y hacer el cafre. Ahora, ya talluditos, vamos en pandilla, llevando a los niños quienes los tienen. Ley de vida...

Hoy ha habido novedades reseñables. Por un lado se celebraba un concurso de paellas, ¡y mi pandilla ha ganado!, estaba riquísima y no sobró ni un granito de arroz. Por otro lado los amigos que de vez en cuando corremos nos propusimos organizar una carrera desde la Penela, en plena playa, hasta el campo donde se preparan y comen las paellas (Xunqueira de abaixo se llama), en resumen, más de 8 kilómetros de cuestas y mucho calor. Participamos unos 20 corredores y lo pasamos muy bien, sudamos la gota gorda y fuimos recibidos con aplausos y las paellas medio preparadas. Tuve un buen resultado, unos 37 minutos (poco más que el ganador) y me quedé encantado.

La anécdota de la jornada la protagonizaron las mareas vivas de agosto. La luna nueva de hoy ha hecho que a las 6 de la tarde se produjese la mayor marea del año (y yo creo que la más alta que recuerdo, salvo en caso de temporales). El mar y el río estaban tan calmados, y nosotros tan divertidos con las paellas, bañándonos, charlando etc que no nos dimos cuenta de la rápida subida del nivel del Río, con lo que varios coches acabaron con el agua del río rozando los bajos. No llegó a pasar nada irreparable, pero el caos que se formó, con todo el mundo corriendo de un lado para otro,la gente moviendo los coches, atascos, niños corriendo y demás parafernalia, fue como para rodar una escena de película de catástrofes. Eso sí, las risas no nos las quitó nadie.

Esta noche un merecido descanso, que ya va siendo hora.

EN ARES NON TE PARES...

¡Qué cansancio, madre mía!

Estoy agotado, y me lo merezco. Ayer sábado, a pesar de haber salido el viernes por la noche, madrugué para participar en la milla urbana de Ares. Lo pasamos muy bien, hice un tiempo un poco malo pero disfruté de la carrera y quedé en una posición respetable, aunque eso no es lo importante. Al acabar la mañana comí deprisa y corriendo para disfrutar un par de horas de playa con los amigos que están veraneando en Cabañas, jugar con los niños, remar un poquito y salir a toda prisa a Perbes (otro pueblo de la Ría) para participar en la travesía a nado que se celebra cada años en esa playa. Nos lió TOM y no hubo escapatoria.

El agua estaba helada, había muchísima gente en la playa y mucho participante en la travesía. La verdad es que lo hicimos bastante bien, nos divertimos, hemos acumulado una nueva experiencia y recibimos más de una patada en la cara, aguadillas, codazos etc... hay gente que se toma estas competiciones populares demasiado en serio. A mí lo que me gusta es participar, conocer gente con las mismas aficiones, perder la vergüenza, disfrutar del sano ambiente y sí, claro, también mejorar, pero sin agobios. Es curioso que la gente que no participa en estos eventos siempre te pregunta "¿de qué quedaste?" cuando a quienes sí participamos no nos preocupa el puesto, sino las sensaciones y la satisfacción de haberlo hecho bien o por lo menos haberlo intentado. Creo que es una buena filosofía de vida.

La jornada no acabó ahí, luego tocó cena con los amigos, copas, bailoteo , más copas e incluso desayuno en la churrería de Pontedeume a las ...¡7 de la mañana! Vamos, como si fuésemos adolescentes.

Resultado de todo esto: Agotamiento supino. Estoy que me caigo, pero ha valido la pena. Mañana jubileo familiar en Santiago de Compostela y entrenamiento vespertino. A ver si hoy duermo bien, que falta me hace.

SANTA MARTA TIENE TREN PERO NO TIENE TRANVÍA...

SINO FUERA POR LA ZONA SANTA MARTA MORIRÍA...

Eso al menos decía la canción popular. Creo que se refiere a la ciudad colombiana del mismo nombre, pero viene al caso porque el pasado domingo, como comenté, se celebró la Romería de santa Marta en Cabañas, aprovecho para hacer una breve entrada esta semana de vacaciones para mantener las cosas al día.

La carrera popular del pinar de Cabañas fue un éxito. Muchos participantes, gran nivel, día perfecto en el que el sol y la ola de calor nos dieron una tregua, buen ambiente, organización perfecta y amabilidad por todas partes. Quedé justo en la mitad de los corredores que acabaron la carrera, lo cual me deja muy satisfecho. Corrí los 7900 metros en superficie irregular en 35 minutos, podía haber apretado un poco más y hacer menos tiempo, pero preferí terminar con seguridad, aparte que aún me falta experiencia a la hora de planificar la carrera, pero el caso es que estoy muy contento. Además, uno tiene pasión por este lugar y me quedé encantado de ver que los visitantes apreciaron la belleza de Cabañas y lo pasaron muy bien. E fin, una maravilla. Se ve que la edad no perdona y muchos de nosotros,que antes no perdonábamos una noche de juerga, ahora preferimos no salir para estar descansados y poder "machacarnos" de día: natación, ciclismo, carreras, sol, sol y más sol... Voy a desaparecer como siga así, estoy hecho un esqueleto andante, pero me lo paso muy bien.

El jueves pasado tuvimos un pequeño toque de atención con respecto al deporte. Se nos ocurrió la feliz idea de nadar casi un km en el mar, sin traje, con el agua a 14 grados centígrados de temperatura, casi nos da algo. Salimos los cuatro valientes morados y tiritando de frío. Tardé casi una hora en recuperar el calor corporal, lo que no puede ser sano, así que al día siguiente nadamos con traje, lo cual ha supuesto un descubrimiento para mí, nunca lo había probado y la verdad es que es otro cantar. A ver si este invierno me hago con uno.

Unos empiezan las vacaciones y otros ya las han acabado, es ley de vida. El pobre Tom ya se reincorporó al trabajo, eso sí, con la mirada fija en su primer triatlón. Espero que lo lleve a buen puerto que el próximo verano le acompaño.

EL tema laboral sigue flojito, esa llamada "segura al 100%" que iba a recibir la semana pasada no se ha producido y el jefe de recursos humanos está de vacaciones, osea que aquí sigo, (des)esperando y con el teléfono encima a todas horas. Menos mal que suenan otras cosillas y poco a poco vamos tirando, que la crisis sigue y sigue, como los famosos conejitos del anuncio de las pilas alkalinas. En fin, paciencia y a esperar que escampe.

El verano está siendo raro, se ha juntado demasiada gente, hay tensiones absurdas entre los grupos de veraneantes, amigos de toda la vida, hay gente que es especialista en buscarse complicaciones hasta a la hora de planificar una diversión. ¡Con lo fácil que es aprovechar lo bueno de la vida!.

Mañana vuelta a la ría, como todos los jueves, posterior cena de verano con sus correspondientes risas y sarao nocturno; el sábado milla urbana de Ares y otra cena-juerga nocturna; el domingo correría multitudinaria en el pinar por la mañana y el lunes 9 de agosto, jubileo familiar en Santiago de Compostela. Gran parte de mi familia paterna se reúne en Santiago para acudir a la misa del peregrino en la Catedral, ganar el jubileo quienes en ello creamos (yo se lo dedico a mis padres y a mi tía Pilar, claro) y, como no, posterior comilona familiar. A ver si esta semana engordo un quilito....

Como se verá, agenda poco apretada y poco divertida, jaja. Ya os contaré detalles de cada acontecimiento. Ahora a dormir y mañana a correr, claro.