DESAFÍOS...

"...sólo los que se atreven a llegar lejos, son capaces de llegar a saber lo lejos que pueden llegar..."
T.S. Elliot

lunes, 8 de agosto de 2011

Quien no vive para servir no sirve para vivir.


La del título es otra de esas frases que ya no recordaba y me tropecé de casualidad en un libro. La decía un profesor de mi colegio, explicándome que lo importante en la vida no es llegar muy alto ni tener muchos subordinados, sino servir a los demás y estar satisfecho y contento con lo que uno hace, siempre y cuando haya explotado su potencial. Que me lo digan a mi. Siempre he preferido que me digan "gracias" a que me digan "sí señor", y ahora que en breve parece que vuelvo al paro (pufffffff) después de un trabajo con cierto "renombre", me cuesta que la gente entienda que busco cualquier empleo, por lo menos para ir tirando, estoy harto de oír "eso es poco para ti", en fin...la vida. 

 
 Corriendo en el pinar

Como dije en otra entrada, con jolgorio, veraneando, el tiempo se pasa volando, y tanto. Dos semanas de juerga (aunque menos que otros años, que uno no tiene edad) y ya estoy de nuevo madrugando, aunque sea por poco tiempo. Lo malo de este estilo de vida que uno lleva es que en vacaciones no se descansa. Si sigo madrugando a la vez que trasnocho, y encima durante el día no paro de correr, nadar y últimamente remar...pues claro, pasa lo que pasa, que no se rinde como debería. así que a partir de Ya, sentidiño, moderación y entrenar con cabeza, que se acercan carreras interesantes.  Próximos retos sobre el asfalto: en octubre, la Coruña 10 (indispensable carrera para los corredores populares de Galicia), en la que intentaré bajar de 41 minutos, el día 9, y la media maratón de Pontevedra, en la que intentaré bajar de una hora 32 minutos, a finales de mes.  Dios me pille confesado (y entrenado y sin lesiones).
Por cierto que hubo gente con la que esperaba rodar este verano y al final, como siempre ocurre, las vacaciones le lían a uno y no hay manera de quedar, así no he podido correr con el correlega KILLOKE, que se pasó un mes jurando en arameo por el clima gallego (¿y lo bien que lo pasaste, golfo?) y al final no se acercó al pinar a correr. Una pena, otra vez será. 


Y hablando de correr en el pinar, el pasado día 31 de julio, día de san Ignacio, tuvo lugar aquí, en Cabañas, la XXII edición del cross popular del pinar de Cabañas, una preciosa carrera de 8 km en un marco incomparable (y lo es de verdad, no lo digo por ser cabañés) en la que participamos más de 250 sacrificados corredores (un poco de autobombo nunca viene mal) además de muchos niños pequeños en categorías infantiles. Fue una maravilla correr un día de sol, rodeado de amigos (bueno, rodeado al empezar y después de la carrera, porque me dejaron bastante atrás), con los participantes de la feria medieval que aquí se celebraba curioseando, los domingueros aplaudiendo, corredores espontáneos siguiéndonos...fantástico. No mejoré mucho mi tiempo respecto al año anterior, pero en mi descargo diré queme había acostado a las 4 de la mañana, con una melopea de las de antes. Ya, ya sé que no es muy atlético eso, pero estamos de vacaciones y un día es un día)

Nada más por hoy, esta entrada es solo para desengrasar el blog. Poco a poco retomaré el tecleo. saludos a todos y a correr, que queda mucho camino por andar. 

1 comentario:

  1. Gracias por recordarme la frase. Veo retos ambiciosos para el comienzo de temorada

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