DESAFÍOS...

"...sólo los que se atreven a llegar lejos, son capaces de llegar a saber lo lejos que pueden llegar..."
T.S. Elliot

viernes, 16 de septiembre de 2011

Buscador del oculto paisaje


En todo corredor hay un rastreador de caminos, un espectador inocente de la naturaleza, un buscador del oculto paisaje por donde huir del ángel malo de la rutina diaria (Antonio Lastra)


El otro día Alex, autor de uno de mis blogs preferidos (Nenikékamen: la Fe del corredor converso), escribía que se considera un privilegiado por poder correr donde lo hace, en plena naturaleza, subiendo un monte y viendo amanecer al descender. Coincido en muchas cosas con ese corredor converso y esta es una de ellas. Estoy convencido de que soy un privilegiado. En la vida hay justicia, Dios es justo en el fondo, aunque a veces nos cueste verlo. No hay mal que por bien no venga. Cuando las cosas van mal, esos días en los que parece que tienes que ir esquivando problemas como si fuesen pedrisco que te golpea, siempre pasa algo que te hace ver que la vida sigue siendo bella.

Sordera, Paro, calabazas, deudas, ausencias,  cabreos injustos de alguna amistad o familiar, agujetas, un mal resultado en una carrera, un pinchazo....vale, son cosas horribles, pero ¿y ese día que el ex jefe te llama para decirte que echa de menos lo bien que trabajaba contigo? ¿esa gente que nunca falta para tomarse unas cañas entre risas? ¿la rubia que de pronto te vuelve a hacer caso?  ¿ese olor a mar al abrir la ventana pro la mañana? ¿esa película de la que no te acordabas y que disfrutas como un enano?...pequeños detalles que, sumados,hacen que vivir sea bello.  ¡Qué caramba, nadie dijo que iba a ser fácil!

Y entre esos pequeños detalles, está el privilegio que comentaba mi colega bloguero corredor. Me encanta correr, pero es que además corro en el paraíso.  Esta semana he corrido por tres escenarios inigualables, a saber: 

El paraíso con mayúsculas: CABAÑAS. El martes hora y media de campo a través, carretera, cuestas y velocidad yendo de Cabañas a ares (y vuelta, claro), con la compañía de la élite del lugar. 


(Paisaje desde el camino que nos lleva a Ares)

Fragas del Eume.- A pesar de haberme perdido la semana pasada, como ya conté, no me cansare de correr por el Río. Ya, ya se que lo he dicho mil veces, ¡pero es que es tan bonito!

(pozas en el Eume, inigualable)


Hoy mismo, otra vez acompañado de los maestros Jorge  y el atleta poeta, Doniños, pinar de Lobadiz y Covas. Una maravilla (y agujetas aseguradas mañana).

(Puesta de sol en Doniños)

Si es que es verdad, soy un privilegiado y además soy corredor y, como dice Antonio Lastra, soy un buscador del oculto paisaje.

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