DESAFÍOS...

"...sólo los que se atreven a llegar lejos, son capaces de llegar a saber lo lejos que pueden llegar..."
T.S. Elliot

martes, 10 de enero de 2012

Árbol de raíz amarga


¡Vaya días llevo! estoy que no pego ojo y encima me duele todo el cuerpo. Una antigua amiga, cuando me veía desesperado por algo me decía que la paciencia es un árbol de amarga raíz pero de frutos dulces. La frase es buena y siempre me acuerdo de ella (de la amiga y de la frase), aunque reconozco que en ocasiones me cuesta ser paciente.  Mira que intento ser positivo, y casi siempre lo logro,  es lo normal. Siempre que las cosas van fatal pasa algo que lo cambia todo y me animo, no falla. Nunca choveu que non escampara, me repito siempre. Pero es que hay veces que se junta todo. 

La incertidumbre laboral está pudiendo conmigo. El teléfono no suena, me voy a quedar "virojo" porque haga lo que haga estoy con un ojo vigilando el móvil.  El actual jefe empieza a carraspear y mirar el calendario cada vez que me ve, en plan indirecta. Ya empiezo a no dormir por la preocupación y encima mi desahogo natural para estos casos, correr, lo tengo prohibido una semana por una merecidísima lesión que, una de dos, o paro de verdad o se convierte en lesión dura y eso sí que no, señores, es lo que me faltaba. 

(Sufriendo de verdad)
La bronca que me echó el fisioterapeuta ayer fue de órdago a la grande. El domingo, resentido aún de las San Silvestres pasadas (me pasé toda la semana cojeando) no pude resistirme a participar en el I Cross Décimas-neumáticos Soledad en Narón. 5 vueltas a un precioso y embarrado circuito que estoy seguro que a partir de ahora será más frecuentado por corredores. El caso es que sufrí como nunca (y tuve peor resultado que nunca, claro), corriendo con dolor y con poco entrenamiento. Encima en la tercera vuelta me pegué un leñazo considerable al pisar mal y me pasé un minuto sentado en el barro dudando si retirarme o seguir. Al final continué por orgullo torero y por amistad con el organizador (que, todo sea dicho, no paraba de gritarme que dejase de correr, que me iba a lesionar). 

El lunes no podía ni andar, el fisioterapeuta me machacó a conciencia, me dijo que tenía una sobrecarga exagerada y que o paraba unos días o la cosa pasaría a ser seria. Así que ajo(derse) y agua(ntarse), una semana, la más soleada desde hace un par de meses, sin poder correr y dolorido del todo. ¡Con o bien que me vendría estos días de incertidumbre unas carreritas al sol!. Y por si fuera poco, a rascarse el bolsillo, la semana que viene toca otra sesión de masaje y tirones de piernas, brazos y retorcimientos varios, a ver si es la última sesión de tortura necesaria. 


En fin, leyendo lo escrito veo que me quejo de vicio, la verdad es que este blog es un desfogue. Otra frasecilla adecuada para esta entrada dice que la clave de la paciencia es hacer algo mientras esperas, pues nada, nada, me aplicaré el cuento: Mientras espero noticias, a trabajar como un poseso y, ya que no puedo correr, nadaré como un delfín. Aunque la espera es amarga,  esperemos que el fruto sea dulce...

3 comentarios:

  1. Suerte con todo, con lo laboral y la lesión. Seguro que todo empieza a ir mejor

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  2. Gracias Alex, soy un quejica pero una vez escrito me quedo mejor
    Un abrazo.
    MIGUEL

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  3. Buf, vaya careto que llevabas en la carrera Miguelón, no pasa nada, siempre haya alguna así, un abrazo y a seguir, no te vengas abajo que la primavera viene con carrerones y hay que empezar a prepararlos!!!!

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