

Lo curioso es que el ganador de la medalla de plata, Diego García, tristemente fallecido en pleno entrenamiento para una media maratón en Loyola, empezó a correr en Ferroliño. Muchos de mis compañeros de equipo, entrenamientos (ejem), carreras y charlas en el "banco de estirar" son de su quinta, nacidos entre el año 60 y 65, y vivieron sus inicios en el atletismo. Entre ellos mi "entrenador putativo" Ramón. Hace unos meses, recordando ese momento de oro del atletismo español, no paraban de reírse y hablar de "el cho", yo no tenía ni idea de qué hablaban hasta que me explicaron la historia.
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Un pelón (marinero) |
Diego García hizo la mili en Ferrol, la ciudad departamental (cuando desapareció el servicio militar obligatorio, Ferrol perdió parte de su idiosincrasia) y se hizo amigo de muchos de mis actuales compañeros. En Ferrol, durante la mili, sus amigos más íntimos y compañeros de entrenamientos le llamaban "el cho". "Cho" es el apelativo con el que, en la mili, se denominaba a los marineros vascos de reemplazo, según me cuentan. En aquella época, Diego estaba algo gordo y empezó a correr con mis actuales compañeros "talluditos" por bajar peso y librarse de las guardias. Al principio por lo visto era de "los corredores paquetes" y se quedaba atrás en los entrenamientos y carreras. ¿Quién les iba a decir a todos ellos que el Cho iba a escribir una de las páginas imborrables de nuestro deporte?
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(Alejandro Gómez pasando de mi) |
Diego murió, como dije, en pleno entrenamiento, lo que hace pensar, la verdad. El mismo Martín Fiz declaró que la muerte de su amigo le hizo "colgar las zapatillas" en el sentido de dejar la competición, pero no el correr para disfrutar. Por cierto, otra casualidad, a Martín Fiz le ganó en un campeonato de España (supongo que en categoría promesa) uno de mis compañeros de equipo, que cosas. El corredor que acompañaba a Diego cuando le dio el infarto era el gallego Alejandro Gómez, gran fondista que llegó a ser olímpico al que tuve la oportunidad de saludar en un campeonato gallego de cross en A Pobra do Caramiñal, después de que doblarme el tío.
Mi "entrenador" Ramón, creo que hizo la mili con Diego o por lo menos corría con él por aquella época. Ramón era de los buenos, de los corredores que viajaban por toda España y Europa a campeonatos juveniles, de hecho se pasó una mili bastante"light", librándose de la garita por el hecho de estar compitiendo por ahí. Parece ser que a Diego le gusto lo de correr y poco a poco, fue mejorando mucho. La mili era muy larga y en 18 meses tuvo la oportunidad de participar en muchas carreras de la zona. La coña es que, en una de aquellas carreras (si no me equivoco en una media maratón, "Vuelta a la Ría de Ferrol"), Diego les ganó, quedando en muy buen lugar. La frase de Ramón, cuando llegó a meta fue todo menos premonitoria, ya que le dijo a un compañero "tío, estamos acabados, ya nos gana hasta el Cho". Jajaja. Increíble.
La verdad es que la vida da muchas vueltas, ahí va otro ejemplo. Recuerdo hace ya 17 años, el famoso gol que le metió el entonces jugador del Barça Ronaldo al que era equipo de primera división "Compostela", en el estadio multiusos de San Lázaro, e la capital gallega. Yo estaba pasando unos días de juerga en Madrid, en casa de un primo mío, y vimos el gol en su televisión. Me acuerdo que me preguntaron si había ido alguna vez a ese estadio y dije que no, y que "no creía que fuese a ir nunca". Pues bien, unos años después, trabajé un año entero en ese estadio (el que creo que ha sido mi mejor año laboral, de hecho). La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, que cantaba el otro.
Bueno, anécdotas al margen, peligra mi participación (yo participo, no compito como ya sabéis) en la VIG BAY, esa carrera especial que tanto me gusta, Medio Maratón Gran Bahía, entre Vigo y Bayona, con las Islas Cíes a la derecha durante todo el recorrido. Un pinzamiento en el nervio ciático me tiene fastidiado desde hace una semana, a ver si a base de estirar, antiinflamatorios y visitas al fisioterapeuta (¡qué machaques me mete el tío!) puedo ir aunque sea al trote más cochinero del mundo, a disfrutar. Crucemos los dedos....
Tu entrenador.......jajajaja
ResponderEliminarCabrito (o cabrón, que cada día tiras más al monte) cuando Moncho era mi entrenador, otro gallo nos cantaba, ahora los dos cojeando.....
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