Todo el que disfruta cree que lo que importa del árbol es el fruto, cuando en realidad es la semilla. He aquí la diferencia entre los que creen y los que disfrutan. (Friedrich Nietzsche).
Esta cita la trajo a colación una compañera de trabajo acerca de lo bien que, según ella, habíamos trabajado en equipo todos los que colaboramos en la organización de una competición deportiva. Me hizo pensar, la verdad. Nietzsche nunca fue santo de mi devoción, sus ideas raras sobre el superhombre, su "Dios ha muerto" y alguna otra teoría me hacían desconfiar de él. Pero esta frase me gusta, y estoy totalmente de acuerdo con ella.
Supongo que cada uno la interpretará a su modo, pero yo la asocio con el "siembra y recogerás" de toda la vida. Vamos, por un lado lo obvio, que para conseguir un fruto hay que sembrar, claro. Y por otro lado, que lo importante no es el placer momentáneo o la satisfacción de algo (el fruto) sino lo que se ha trabajado para conseguirlo o dónde esta el origen de esa satisfacción. Es más importante creer que se puede conseguir algo y luchar para lograrlo que simplemente disfrutar lo conseguido. Es la diferencia entre quienes tienen fe o confianza en sí mismos y en su esfuerzo y quienes solo disfrutan.
Mi compañera se refería a que lo importante no es el éxito del campeonato en cuestión, sino la semilla que plantamos, el crear un equipo que a pesar de ser la primera vez que trabajaba junto, funcionó. Se agradece el reconocimiento, la verdad. Creímos que podíamos lograr hacer las cosas bien, y lo hicimos, y sembramos la semilla de futuras colaboraciones (eso espero).


Hoy descanso, mañana nadar todo lo que pueda y el jueves otra estupenda minivuelta a la Ría de Ferrol. Los que sabemos que lo importante es la semilla somos los que creemos, y los que creemos podemos decir que la vida es bella (a pesar de todo)
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