DESAFÍOS...

"...sólo los que se atreven a llegar lejos, son capaces de llegar a saber lo lejos que pueden llegar..."
T.S. Elliot

martes, 5 de julio de 2011

De frutos y semillas


Todo el que disfruta cree que lo que importa del árbol es el fruto, cuando en realidad es la semilla. He aquí la diferencia entre los que creen y los que disfrutan.  (Friedrich Nietzsche).


Esta cita la trajo a colación una compañera de trabajo acerca de lo bien que, según ella, habíamos trabajado en equipo todos los que colaboramos en la organización de una competición deportiva. Me hizo pensar, la verdad. Nietzsche nunca fue santo de mi devoción, sus ideas raras sobre el superhombre, su "Dios ha muerto" y alguna otra teoría me hacían desconfiar de él. Pero esta frase me gusta, y estoy totalmente de acuerdo con ella.

Supongo que cada uno la interpretará a su modo, pero yo la asocio con el "siembra y recogerás" de toda la vida. Vamos, por un lado lo obvio, que para conseguir un fruto hay que sembrar, claro. Y por otro lado, que lo importante no es el placer momentáneo o la satisfacción de algo (el fruto) sino lo que se ha trabajado para conseguirlo o dónde esta el origen de esa satisfacción.  Es más importante creer que se puede conseguir algo y luchar para lograrlo que simplemente disfrutar lo conseguido. Es la diferencia entre quienes tienen fe o confianza en sí mismos y en su esfuerzo y quienes solo disfrutan.


Mi compañera se refería a que lo importante no es el éxito del campeonato en cuestión, sino la semilla que plantamos, el crear un equipo que a pesar de ser la primera vez que trabajaba junto, funcionó. Se agradece el reconocimiento, la verdad. Creímos que podíamos lograr hacer las cosas bien, y lo hicimos, y sembramos la semilla de futuras colaboraciones (eso espero).

Y como siempre, a todo lo que me llama la atención en esta vida le busco su  paralelismo en el deporte. Lo importante no es llegar a la meta con un buen resultado, sino el camino seguido para ello, los entrenamientos, el vencer la pereza algunos días, el esforzarse, la semilla, vamos, en una palabra, CREER. Tener confianza en uno mismo. Saber que se puede y querer que se pueda, que decía la canción aquella.  Y en ello estoy, una vez recuperado el brazo, y con los dientes largos después de ver a los increíbles triatletas en los últimos campeonatos (campeonato de Europa en Pontevedra y Copa del Rey en Ferrol), en mi humilde nivel,  creo que puedo. Si no ganar a los que son mejores que yo, sí mejorar, que es lo que me importa, sembrar los resultados. Ahí estamos.

Y llegamos al tema candente, si lo importante es la semilla, la moraleja de la cita nietzschiana se puede aplicar a la vida laboral. Menos de dos meses de contrato y sigo sin saber nada de mi futuro a corto plazo, empiezo a ponerme nervioso, claro, pero tengo dos ventajas para superar ese agobio: La práctica de deporte, que tanto ayuda a relativizar todo y despejar la mente y el tener la conciencia tranquila y haber conocido gente que, si puede, me ayudará. He trabajado como un mulo y si hay justicia en el mundo (y la hay) la semilla que planté dará fruto. Seguro que sí. 

Hoy descanso, mañana nadar todo lo que pueda y el jueves otra estupenda minivuelta a la Ría de Ferrol. Los que sabemos que lo importante es la semilla somos los que creemos, y los que creemos podemos decir que la vida es bella (a pesar de todo)  




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