DESAFÍOS...

"...sólo los que se atreven a llegar lejos, son capaces de llegar a saber lo lejos que pueden llegar..."
T.S. Elliot

lunes, 7 de marzo de 2011

Cómo bailar bajo la lluvia

Aunque este fin de semana ha sido fructífero en muchos aspectos, incluyendo los kilómetros recorridos, con carrera inolvidable en Padrón incluida, hoy solo voy a publicar en el blog una bonita historia que me ha llegado al alma, vamos, que cuando la leí sentí como si me estrujasen los lagrimales. 
Yo es que soy así de blandengue para ciertas cosas, se me salen las lágrimas con ciertas películas, se me ponen los pelos como escarpias con olores que me recuerdan algún momento especial y me emociono al ver a gente que hace tiempo que no veía. 
Pues hoy toca historia melosa, qué se le va a hacer. Espero que alguien la lea porque es bonita de veras. Mañana ya hablaré de kilómetros, desafíos y carreras varias.  
Érase que se era un señor mayor, de unos 80 años, que llegó al hospital para que le sacaran los puntos de una herida. El señor insistía que estaba apurado y que tenía una cita inminente.
El médico le pidió que esperase, pero al verle tan apurado y mirando el reloj cada dos por tres , y ya que no estaba muy ocupado, decidió atenderle rápidamente. Mientras le realizaba las curas, le preguntó si tenía una cita con otro médico esa mañana, ya que lo veía tan apurado.. 
El señor contestó que no, que necesitaba ir al geriátrico para desayunar con su esposa. Contó que hacía tiempo que estaba allí ya que padecía de Alzheimer. 
El médico le preguntó si ella se enfadaría si llegaba un poco tarde, a lo que el anciano respondió que hacia tiempo que ella no sabía quien era él, que hacía cinco años que ella no podía ya reconocerlo. 
El doctor se sorprendió y le preguntó, ’¿Y usted sigue yendo cada mañana, aun cuando ella no sabe quién es usted?’ 


Él sonrió, le miró a los ojos y contestó; ’Ella no sabe quien soy,  pero yo aún sé quién es ella.’ 
Al médico se le erizó la piel, y tuvo que contener las lágrimas mientras él se iba, mientras pensaba que ése es el tipo de amor que quería en su vida.

El Amor Verdadero no es físico, ni romántico. Es la aceptación de todo lo que es, ha sido, será y no será. La gente más feliz no necesariamente tiene lo mejor de todo, simplemente hacen todo lo mejor que pueden.  



"¡La vida no se trata de cómo sobrevivir a una tempestad, sino cómo bailar bajo la lluvia".


Mañana ya contaré la carrera y las agujetas que tengo. Hoy, me voy a dormir pensando que esta es la clase de amor que merece la pena. 

4 comentarios:

  1. Pues así es, bonita historia y mejor reflexión Miguel.

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  2. Miguelo, esta muy bonita la historia. Gracias por compartirla conmigo.
    Eres genial con un corazón lleno de Amor!
    Cuidate y espero vernos para S.S.
    Besos

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  3. Snifff...que historia tan bonita, espera que voy a coger uno de tus klinex, me ha llegado al alma, besos apretosos!

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  4. Miguel, pues sí que es bonita, casi me hace llorar, jolín, que soy muy sensible.

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