Escucha tu cuerpo.

Escucha tu cuerpo. Es la primera lección que nos dan cuando empezamos a aficionarnos a correr. "Escucha tu cuerpo".  "Esto es para estar sano, para combatir la tristeza, agobios, aclarar la mente y disfrutar". "Si se empiezan a ver los entrenamientos como obligaciones en vez de un placer, mala cosa"." Más vale parar tres días que un mes", "estira bien", "no corras en superficie dura", "haz más entrenamientos que competiciones"  etc. mil consejos que casi nunca seguimos. 

Lo sabemos todos, pero NINGUNO de nosotros suele hacer caso a esos mandamientos básicos, especialmente al primero, "escucha tu cuerpo". Ahí tenemos a Tom, que con principio de fascitis plantar, ni corto ni perezoso se va a un triatlón de élite. A algún corredor del pinar que no para y cada día cuenta una lesión nueva, al superatleta gaditano, que hace menos de un año fue operado de un par de vértebras (creo) y esta semana correrá los 101 km de Ronda....¿Será verdad que somos "esos locos que corren"?. 

Hace menos de un año que participé en mi primera carrera y ya he tenido un poco de todo: tendinitis, esguinces, uñas caídas e infectadas, ampollas varias...y la más coñazo de todas las lesiones (salvo la fascitis): la famosa periostitis tibial. ¡Cómo puede llegar a doler cuando duele algo que ni sabías que existía!. 

El caso es que he aprendido a escuchar al cuerpo. El sábado intenté hacer un entrenamiento de calidad que se frustró por dolor en la tibia, paré a los 3 km y me desquité pedaleando y nadando a lo bestia. El domingo corrimos muy bien y sin dolor, pero la mañana del lunes al ir al trabajo ya me molestaba.

Se acercan dos carreras fundamentales ,  la media maratón de Coruña y la IV Milla Urbana Armada Española, en la Escaño de Ferrol (que por cierto será la primera carrera que repita, a ver si mejoro el tiempo del año pasado) y no pienso perdérmelas. Prefiero disfrutar mil carreras en las que obtenga un resultado regular a hacer una carrera buenísima que me deje lesionado una temporada. Así que esta semana he decidido no correr hasta el jueves, 4 días de tregua al "periostio", con mimos a base de masajes, Fastum gel e Ibuprofeno van a acabar con la periostitis esa de las narices. 

Es difícil estar unos días sin correr cuando estás viciado, pero así se educa la mente ¿no?, si no te cuesta hacer algo, no tiene mérito. Mientras tanto, a matar el gusanillo con la bicicleta, nadando en la playa o lo que sea. 

Cuando empezaba a practicar deporte (¡qué pena haber esperado a ser tan mayor!) me hablaban de las endorfinas u hormonas del optimismo, creía que me tomaban el pelo, pero ahora veo que no era así. Me pregunto cómo superaría determinadas cosas sino fuese porque sé que al llegar a casa podré ponerme los "tenis" y correr o pedalear o ponerme el neopreno y nadar en el mar. 

Y la vida sigue, como decía Julito. Ayer se han cargado a Bin Laden, unos lo festejan y otros lo ven como una venganza imperialista y blabla; un terrorista menos, pero no creo que eso cambie mucho, la verdad. En otro orden de cosas,  hoy la gente solo hablaba del Barça - Madrid. El 4º "partido del siglo" en un mes. Dos empates, una victoria para cada uno, la única copa que se jugaba directamente para el Madrid y una lección de lo feo que puede llegar a ser un deporte: Robo de partidos descarado, juego sucio a lo bestia, entrenadores bocazas, periodistas más parciales que un examen de Derecho Romano en diciembre...un desastre, en resumen; y por último, se acercan las elecciones municipales, un tostón de discursos, de " y tú más", de promesas y más promesas, pereza en una palabra. 

Menos mal que los días son largos, la playa está preciosa, el trabajo es una maravilla (¡qué poquito queda para que se acabe el contrato, cachislamar!) la gente sigue siendo buena y como diría George Bayley (James Stewart) "qué bello es vivir".

Ayer me enviaron esta versión de la famosa canción de coca cola "un mensaje de paz" que siempre me gustó mucho, así que la comparto. Al mundo entero quiero dar....