DESAFÍOS...

"...sólo los que se atreven a llegar lejos, son capaces de llegar a saber lo lejos que pueden llegar..."
T.S. Elliot

martes, 26 de abril de 2011

¡To er mundo e güeno!


Ese era el título de una película de Manuel Summers, en plan cámara oculta, creo recordar. 
Pues la verdad es que estoy de acuerdo, aunque siempre habrá la excepción que confirma la regla y hay malos malvadísimos sueltos en este valle de lágrimas, yo creo que en general (casi) todo el mundo es bueno, o por lo menos tiene algo bueno aunque no lo sepa. 


¿Y a santo de qué viene todo este rollo? se preguntará quien lea esto. Ya se sabe que soy un sensiblón, el otro día hablé de que me hicieron más feliz las palmaditas de los amigos que la victoria del Real Madrid, pero es que hay cosas que dan gusto. Estos días me estoy fijando en que hay gente (mucha gente) que con actos cotidianos, posiblemente involuntarios, juega un papel más importante en la vida de los demás de lo que se creen. Y supongo que eso será recíproco,  sin darnos cuenta representamos algo para los demás.

Las bromas de los compañeros de trabajo, los saludos de los otros corredores que solo conocemos de cruzarnos en nuestros trotes, el detalle del camarero que antes de que lo pidas ya está abriendo tu cervecita preferida, el  e-mail del jefe felicitándote por tu trabajo, el carnicero que te saluda, quien te felicita por una carrera o te dice que no pasa nada por ir lento, los vecinos que te preguntan como te va, la chica que te sonríe en el bus, los "amigos" virtuales que comentan tus entradas en el blog...son detalles sin importancia pero te dan la sensación de que hay gente con la que se puede contar y en la que se puede confiar.  Gente que nos anima en la cotidianidad, a la que, sin embargo, nunca se lo decimos, pero cuando alguno falta, lo notamos. 

El otro día, una amiga de la infancia (con una copita de más, todo hay que decirlo) me dijo "siempre estas ahí, nunca fallas". Me hizo sentir genial, y me hace pensar que cuando hago alguna chorrada de esas que le hace decir que "siempre estoy ahí" (no sé, felicitarle en su cumpleaños o darle la enhorabuena por su embarazo, por ejemplo) yo le hago sentir bien a ella también, me quedo encantado. Este ejemplo demuestra que, aunque a lo mejor nunca nos enteremos, somos más importantes para los demás de lo que imaginamos, nunca debemos menospreciarnos.

Alguien me contó una historia que decía que hace muchísimo tiempo Dios le prometió a un hombre bueno satisfacer su más ardiente deseo, el buenazo le dijo que le gustaría hacer el bien a los demás sin ser consciente de ello. A Dios le pareció tan buena idea que le concedió el mismo deseo a todas las personas. Y así seguimos, sin saberlo, hacemos el bien a los demás cuando actuamos con ellos como nos gustaría que hiciesen con nosotros. 


El sábado hice una malísima carrera en Padrón. No podía con mi cuerpo. En el km 4 creí que no iba a acabarla (y era de 13 km y medio), al final no fue tan pésima pero me costó Dios y ayuda terminar. Disimulé y bromeé diciendo que no me despeiné para salir bien en las fotos y tal. Pues bien, mis compañeros de correrías (que están más finos que nunca los tíos) se debieron oler que estaba desanimado y ayer lunes, con la excusa de "trotar unos 40 minutos" me arrastraron al más largo (y uno de los más duros) entrenamientos de mi corta vida atlética, una hora y 45 minutos con cuestas, arena, caminejos de cabra, asfalto, escalones, más cuestas, sol machacante, ...de Cabañas a Ares dando rodeos y sin respiro (y vuelta, claro). Se propusieron animarme, hacer que me topase por sorpresa con un desafío que no me quedase más remedio que superar (o volvía corriendo o volvía andando, pero volver volvía). Y lo consiguieron, llegué agotado pero feliz como una perdiz y animado a seguir corriendo. Atrás quedó el disgustillo de Padrón, media maratón de Coruña, prepárate que allá voy yo.

Si es que es lo que yo digo, "to er mundo e güeno"

5 comentarios:

  1. Normalmente siempre nos estamos quejando de la gente y renegando, pero yo también pienso que hay mucho de bueno en lo cotidiano y que todos tenemos una parte fantástica que mostrar al mundo.
    Buena entrada y gracias por tus comentarios

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  2. Has interpretado muy mal las intenciones del lunes, Jorge y yo lo que queríamos era rematarte pero te resististe, seguiremos intentándolo en cuanto te veamos flojear...

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  4. Gracias a ti Alex.
    ton, ya sabía yo que vuestras intenciones no podían ser buenas...jaja. Mañana más y mejor.

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  5. Tendemos a vivir la carrera de la vida bajo la cotidianidad que nos obliga nuestros trabajos, responsabilidades y rutinas diarias, por lo que si no bajamos el ritmo, corremos el riesgo de olvidar que aunque todo el bien que puedas hacer en la vida será insignificante, es importantísimo que lo hagas. Saludos desde Vigo! DT

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