DESAFÍOS...

"...sólo los que se atreven a llegar lejos, son capaces de llegar a saber lo lejos que pueden llegar..."
T.S. Elliot

viernes, 21 de mayo de 2010

PICOLETOS




Estoy contento hoy, no solo porque estos días estamos disfrutando de un verano adelantado y porque hoy he podido correr, nadar y remar sin complicaciones. Hoy, por fin, además de las ya acostumbradas noticias sobre la crisis, subida del paro y de los impuestos, recortes presupuestarios mal pensados, huelgas y demás zarandajas, hemos amanecido con una buenísima noticia. La Guardia Civil, en colaboración con la policía francesa, ha detenido al actual jefe de comandos y a otros tres asesinos de ETA.

Parece ser que esta panda de hijos de perra fueron detenidos en plena celebración de una reunión de la cúpula del aparato militar de la banda terrorista, en la que planeaban una oleada de atentados para amargarnos el verano en nombre de ya no se sabe qué absurda idea basada en cuentos chinos medio racistas ( o racistas del todo directamente). Al trullo con ellos, y a ser posible con compañeros de celda que les descubran "nuevas vías", jeje.

Esto hay que celebrarlo, no importa que la detención haya sido muy "oportuna" para eclipsar el consejo de ministros de hoy, donde se aprobaban los que posiblemente sean los mayores recortes sociales de nuestra democracia, tampoco importa que sea por lo menos la sexta vez en los últimos meses que se nos dice que se ha detenido a la cúpula de ETA (¡qué facilidad tienen los muy desgraciados para sustituir una cúpula por otra!). El caso es que hay unos cuantos asesinos menos sueltos por ahí, y eso nos tiene que alegrar a todos.



En ocasiones como esta uno se sonroja un poco de las veces que nos acordamos, (para mal) de los parientes de los guardias civiles, que si me han multado por ir un poco rápido o hablando por el móvil, que si ya podían estar buscando etarras en vez de hacerme control de alcoholemia.... en fin, chorradas.

Más de 200 agentes de la Guardia civil ha asesinado ETA desde que existe, tiene tela. He trabajado unos años en permanente contacto con la Guardia Civil de Galicia y puedo asegurar que nunca fallaban, o por lo menos siempre ponían todo su empeño en no fallar y eso que sus medios eran y son bastante precarios. Como necesitases un papel o un dato, eran capaces de remover Roma con Santiago para proporcionártelo. Y encima detienen asesinos, ¡Que viva la Guardia civil, coño! Les dedico esta entrada como humilde homenaje.

Como viene que ni pintado, y evidentemente él escribe mejor que yo, "pirateo" un fragmento de un artículo del académico Pérez Reverte publicado hace ya bastantes años con motivo del asesinato de un joven Guardia Civil. La acción transcurre en una cafetería de carretera (bar de carretera suena a otra cosa...).


"...A veces son como son, comenta un albañil. Tarugos de piñón fijo. Pero hay que reconocer que siempre están donde tienen que estar. ¿No? Martínez, les dicen, ponte ahí hasta que te releven. Y Martínez no se mueve de ahí aunque se hunda el mundo o lo maten...Eso vale algo, dice otro. O mucho. La prueba es que la gente dice que tal, y que cual; pero cuando tienes un problema, ni Gobierno, ni Rey, ni leches. De los únicos que de verdad te fías en España es de la Guardia Civil. Los cinco siguen un rato comentando el asunto. Y en ésas, como si estuviera preparado, se para afuera un coche verde blanco con pirulos azules. Por la ventana veo como salen dos guardias; otro empuja la puerta y entra. Es un guardia joven y alto. Tal vez se parece al que acaban de matar.... El guardia dice buenas tardes, se quita la teresiana y viene hasta la barra. Un café, por favor... Al entrar se ha hecho un silencio. Los albañiles lo miran y hasta los del mus se olvidan de los duples y del órdago. Cuando tiene delante el café, el picoleto saca del bolsillo dos aspirinas, y se las traga con unos sorbos. Qué le debo, pregunta, echándose la mano bolsillo. Saturnino va a abrir la boca, cuando del grupo de los albañiles le hacen un gesto negativo. Está invitado, rectifica Saturnino. Por los caballeros.

El guardia se vuelve hacia el grupo y mira un instante sus monos y ropas manchadas. Sus caretos masculinos y honrados, solemnes, sin afeitar, fatigados de todo el día en el tajo. Los cinco lo observan muy serios. Gracias, dice. Algún albañil inclina un poco la cabeza. Nadie sonríe ni dice una palabra. El picoleto se pone la teresiana y se va. Y yo me digo: me han ganado por la mano estos cabrones. Tenía que habérseme ocurrido. Ese café habría debido pagarlo yo."

Pues eso, que hoy todos los españoles que nos consideramos gente de bien (o al menos intentamos serlo) les debemos un café a los "picoletos".

No puedo resistirme a colgar el vídeo del funeral de Estado por los Guardias Civiles (veinteañeros) asesinados en 2007 en Capbretón, Fernando Trapero y Raúl Centeno. No sé a los demás, pero lo que es a mí, el "ADIOS POLILLA" gritado por sus compañeros me pone los pelos de punta. Seguro que a ellos ( y a todas las víctimas) les han dedicado las detenciones de hoy los Guardias Civiles.


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