QUÉ DOLOR, QUÉ DOLOR....

O lo que es lo mismo, "a perro flaco todo son pulgas". ¿Tan difícil es poder pasar unos cuantos días seguidos sin que pase nada malo?. Ayer me atreví a dar la vuelta a la Ría de Ferrol con dos corredores "consumados", Ton y Ramón. Salimos de la piscina de Narón, fuimos por Neda, Jubia y Fene hasta Astano, puente de las Pías y otra vez Narón. Más o menos 13 kilómetros en una hora y doce minutos, aproximadamente, y aguanté bastante bien el ritmo (menos los dos últimos kilómetros, que reventé en pleno puente de las Pías). Total, que por primera vez vi posible el objetivo de acabar el medio maratón de Coruña, el próximo 16 de mayo. Ahora es cuando aparecen las "pulgas", al llegar a casa y descalzarme me di cuenta de que se me había terminado de romper la ya medio quebrada uña del pulgar derecho. Hasta ahí no pasa nada, ya crecerá otra nueva. Pero a los pocos minutos noto como se me empieza a hinchar el dedo en cuestión y a notar un dolor terrible, vamos, no recuerdo un dolor peor en mi vida, ni muelas ni gaitas. ¡Vaya nochecita! cada latido del corazón era como una puñalada en un nervio, no he pegado ojo.

Así que allá fui, a Urgencias. La amable enfermera me hizo sufrir todavía más, tanto haciéndome la cura como inyectándome analgésico. Parece que el antibiótico que me han recetado funciona bastante rápido y en un par de días habrá mejorado la cosa. A ver si es verdad. Osea que mi participación en la carrera está en el aire. Si esto se recupera de manera que pueda correr el fin de semana, lo intentaré, por lo menos participar y llegar a la meta, ver el ambiente y pasarlo bien.

Mientras tanto: ajo, agua y nolotil....

Menos mal que esto es una afición y no una obligación, de todas formas hoy estoy fastidiado. Y el puesto de trabajo que no llega, paciencia....